Es común que entre padres se escuchen frases como “deja que tu bebé llore por un tiempo y no lo atiendas inmediatamente” o “solo llora para manipularte”. Frases como éstas han propiciado la creencia de que los infantes saben que pueden “chantajear” a sus padres o cuidadores por medio de sus lágrimas. Sin embargo, este argumento no tiene ningún sustento científico.
Lo que es cierto, es que tu bebé necesita contacto afectivo para sentirse tranquilo. Es importante tener en mente que pasó mucho tiempo dentro de ti, siendo mecido suavemente, escuchando tu voz y el latido de tu corazón; para él, tú eres sinónimo de seguridad.
Hasta que tu hijo o hija aprenda a hablar, su única y mejor herramienta de comunicación será el llanto; lo utilizará para expresar hambre, cambios de temperatura, un pañal sucio, molestias o incomodidades físicas y hasta emocionales.
No menosprecies las necesidades que intenta comunicarte, especialmente en sus primeros meses de vida.
De acuerdo con el Departamento de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón, España, no atender a tu bebé cuando llora puede ser interpretado por el menor como rechazo o negación a sus necesidades afectivas, motivo que podría incrementar sus niveles de ansiedad o frustración, propiciando así, más llanto.
Portear o usar una mochila ergonómica puede ayudarles a cubrir la necesidad de tu bebé por estar en brazos, y ayudarte a realizar tareas tendiendo ambas manos y brazos libres. De esta manera, al estar pegado a tu cuerpo y ecuchar tu corazón nuevamente tan cerca, sentirá esa ansiada tranquilidad.
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