Tener una mascota abre un mundo de posibilidades para el desarrollo socioemocional de los niños y niñas. Si te has planteado la posibilidad de tener una mascota, debes considerar factores como la seguridad de tu bebé. Sin embargo, son muchos los beneficios que tu hijo o hija podría obtener de su convivencia con una mascota.
Después de todo, los pequeños y pequeñas aprenden a amar a los animales desde corta edad. Basta con asomarse a su cuarto para ver que hay motivos de animales en todo tipo de artículos de su vida cotidiana: juguetes, ropa, cobijas, móviles, etcétera.
Enseñan valores
Con una mascota en casa, hasta el niño más pequeño puede aprender algunos consejos sobre la responsabilidad. Tu hijo o hija aprenderá de tu ejemplo sobre la importancia de ser amable y cuidadoso. Incluso puedes pedirle ayuda con tareas fáciles, como poner la comida de su mascota en un plato. Al participar, se dará cuenta de que las mascotas, al igual que las personas, necesitan comida, refugio, ejercicio y amor, enseñándole valores como la empatía y la compasión.
Aumentan la autoestima
La ciencia ha demostrado que los niños con mascotas en casa tienen una mayor autoestima. Esto se debe a que la posibilidad de hacerse responsables del bienestar de otro ser vivo les ayuda a sentirse útiles y necesitados. Además, el amor de las mascotas es incondicional y su impacto en los niños y niñas ayuda a generar vínculos de afecto recíproco entre ellos.
Son buenas para la salud
Los expertos dicen que los niños que crecen con mascotas tienen menos probabilidades de desarrollar alergias comunes gracias a la exposición temprana a ciertas bacterias. Claro que algunos niños son alérgicos a los animales, así que verifica con el pediatra de tu bebé antes de adoptar a cualquier tipo de mascota. Además, acariciar a una criatura peluda puede reducir los niveles de estrés, y eso es beneficioso tanto para las mamás y los papás como para los niños.
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