Ahora que estás embarazada, ¿has sentido la necesidad de limpiar, arreglar y hasta remodelar tu casa? Si aún no has pasado por eso, tal vez pronto estés así.

Se llama síndrome del nido y se experimenta durante el tercer trimestre de embarazo. Es un signo premonitorio de trabajo de parto. Consiste en la necesidad de limpiar, ordenar, decorar y ponerla casa reluciente para esperar al bebé y debe su nombre a la analogía con las aves que construyen sus nidos para empollar sus crías.

Síntomas

• Ansiedad por tener la casa reluciente.
• Necesidad irrefrenable de limpiar.
• Poco cansancio a pesar de las labores pesadas de reacomodar o limpiar a profundidad.
• Pensamiento redundante sobre la necesidad de depurar espacios.
• Necesidad para acomodar las cosas del bebé.

 Aunque ocurre con mayor frecuencia entre las mamás primerizas, este síndrome puede afectarle a cualquiera ante la cercanía del parto y es norma sentir ansiedad por tener todo preparado, y elegir inconscientemente mantenerse ocupada para distraerse de los miedos, temores y preocupaciones que puedan surgir ante el nacimiento del bebé.

Las futuras mamás sienten un aumento de energía e insomnio y una especie de hiperactividad que canaliza realizando todo tipo de tareas en el hogar. Además, es parte de las emociones que se viven en esta etapa, por lo que te recomendamos lo siguiente:

• Administra tu energía: Destina tu tiempo y energía a las cosas primordiales como tener los básicos para la llegada del bebé, ya que la habitación no la ocuparía en las primeras semanas.
• Pide apoyo: Llama a tus familiares y amigos para organizarse en tiempos con el fin de que estés siempre acompañada, así sumarás personas a la labor que quieras realizar.
• Evita situaciones de riesgo: No subas escaleras o pretendas cargar muebles… no es el momento. Pide ayuda y solo dirige el acomodo que quieras.
• Evita la pintura: Tal vez pretendas dejar paredes pintadas, pero toma en cuenta que las pinturas, barnices y algunos pegamentos contienen sustancias que te pueden perjudicar.
• No te ‘mal pases’: Aunque la labor sea muy absorbente debes respetar tus horarios de alimentación para evitar cualquier descompensación.
• Descansa lo más que puedas: Dormir es un privilegio que podrás recuperar después de los primeros meses, así que aprovecha en darte tu espacio y horarios de reposo.
• Cuídate; no hagas actividades ni esfuerzos que te pongan a ti o al bebé en peligro
• ¡No te agobies!: Disfruta tu embarazo, ¡es una de las etapas más lindas para la mujer!

Te recomendamos: Los cambios de humor en el embarazo

Ahora que conoces el llamado síndrome del nido, te invitamos a que reflexiones sobre las prioridades que te has fijado y te dediques más tiempo a ti. Sabemos lo emocionante que es recibir a tu bebé, pero recuerda que él te necesita fuerte. ¡Vive esta etapa sin cansancio!